domingo, 25 de julio de 2010

Ulyssiponia

Estuve en Lisboa un par de semanas. Aprovechando que íbamos a ir en coche para ir parando y ver ciudades y tal, tenía pensado ir al Vigo Tr4nsforma, que empezaba el día 8, jueves, y acababa el 10. Es un festival muy cuqui, esta es la primera edición, y contaba con artistas como The XX, Jeff Tweedy, Triángulo de Amor Bizarro, Love Of Lesbian, Miike Snow, Polock, The Morning Benders o The Divine Comedy y a un precio sumamente razonable (un día, 25, los dos, 40). El problema era que el mismo día en el que empezaba yo tenía que estar ya en Lisboa, así que se chafó.
Pero luego me acordé del OptimusAlive!10, que tenía muy buena pinta. Está bien organizado, tanto que, por ejemplo, hasta han prohibido que la gente entre con vuvuzelas, o no sé cómo se escribe, pero son esas cosas que son como una trompeta y que suenan a grito de animal, pues eso, porque dicen que el ruido y la música no pueden convivir. El cartel es bueno, a un precio asequible, aunque tampoco perfecto (un día, 50, dos, 70 y los tres, 90). El cámping no es gratuito, aunque como está bien localizado tampoco es necesario, puedes alojarte en una pensión (el festival se celebra en el paseo marítimo de Algés, en Oeiras, a las afueras de Lisboa, hacia Cascais y Estoril, hay autobuses municipales). En el recinto hay incluso lo que se llama una Watch Tower, desde la que puedes ver el escenario principal y dominar con la vista todo el lugar.

Mira aquí el cartel: para el Palco Optimus, para el Palco Super Bock, y para el Palco Optimus Clubbing.

El festival cuenta con un espacio para jóvenes artistas que quiran abrirse paso en el mundo de la música. El Optimus Live Act permite, por concurso, actuar en uno de los escenarios del Optimus Alive y grabar y editar un disco con el sello de Optimus discos (Optimus es una marca de telefonía móvil).
Optimus también organiza concursos a través de sus tiendas para ganar iPhones o entradas VIP oara el festival. Gracias a la plataforma Look Alive puedes conseguir tickets diarios y de tres días con sólo demostrar qué serías capaz de hacer para ir al festival, de dos formas: aceptando un desafío propuesto para ganar premios diarios, o siento grabado por un equipo de Optimus en la calle imitando a tu banda favorita. Los vídeos se suben a facebook y se someten a votaciones.

Lo mejor ddl OptimusAlive!10 fue:


The Drums: banda indie surf-pop de Brooklyn (no, no son de California), captan la atención de los medios. El disco The Drums, después del EP Summertime!, fue grabado, mezclado y producido por ellos mismos. El cuarteto liderado por Jonathan Pierce (al que gracias al vídeo de Let's Go Surfing recordaremos siempre corriendo por la playa) está influenciado por bandas como Joy Division, The Cure, o The Smiths.
Escucha: Best Friend, atento a la letra (eras mi mejor amigo / pero luego moriste / cuando yo tenía 23 y tú 25), Down By The Water, o si quieres más marcha, It Will End In Tears.


The XX: el siniestro trío londinense (antes cuarteto, la de la derecha se piró) estrenaron disco en 2009, pero han despertado un creciente interés a principios de este año. No hay mucho más que decir sobre ellos, ya que nos tienen a todos encandilados. Oliver Sim, co-cantante y bajista (el segundo de la izquierda) afirma que algunas de las canciones del disco fueron compuestas cuando apenas tenían 15 o 16 años. Como por la mañ`na están ocupados con sus quehaceres diarios, componen de noche, lo que les confiere ese carácter noctívago.
Escucha: Islands, Crystalised, VCR, Intro o Basic Space.


La Roux: el duo británico (no francés), compuesto por Eleanor, alias Elly, Jackson y Ben Languaid, aunque sólo parece que sea ella, es hoy uno de los más respetados dentro del electro-pop europeo. Se lanzaron a la fama en 2009 con el álbum homónimo y ahora tocan por ahí. La cresta de la tía es impresionante, además hacen unos vídeos muy buenos.
Escucha: Bulletproof (mira el vídeo, es bueno), In For The Kill.



JET: no sé por qué demonios la banda australiana, a pesar de actuar en el palco principal, están por debajo de bandas como Skunk Anansie o Mao Morta. Actuaron a las 18h30, y claro, a esas horas sólo hay cuatro gatos de público, y además, al mismo tiempo, en el otro palco estaban los Hurts, Holy Ghost! y The Maccabees, lo cual es una injusticia total, vamos, es que ese día sólo merecía la pena por ellos.
Escucha: Are You Gonna Be My Girl, la canción que todo el mundo conoce pero que casi nadie sabe de quién es; She's a Genius, del último disco, Shaka Rock, que tampoco es que sea gran cosa; Put Your Money Where Your Mouth Is, del Shine On, que es el mejor disco y del que merecen la pena todas las canciones.


LCD SOUNDSYSTEM: James Murphy, el líder y cantante, promete una despedida a lo grande. El tipo que en todas las fotos sale con la misma cara (menos en la de arriba) admite que This Is Happening será el último disco de la banda. Al menos es bueno. No es que desaparezcan; continuarán siendo músicos, lo que no quieren es vivir en la carretera sin poner un pie en casa durante meses. Ya son mayores, el tipo sobrepasa la cuarentena, pero claro, es que llegó tarde, su primer contacto con la música en sí fue a los 30.
Escucha: Drunk Girls, Dance Yrself Clean (8 minutos y sólo utiliza dos acordes) o Pow Pow (un sólo acorde). Para rematar, All My Friends, más la versión de Franz Ferdinand.

Otras bandas recomendadas: New Young Pony Club, Florence + The Machine, Holy Ghost!, The Maccabees, Hurts. No escuches Pearl Jam, que jodieron el festival haciendo que las entradas para el último día se acabasen y además era de los únicos de los que se hablaba en la tele.

La pena es que tampoco pude ir porque el único día que merecía la pena era el 8 y llegaba justita justita, así que lo dejé, y fue cuando descubrí el Super Bock Super Rock. Ese festival es la leche. Genial. Maravilloso. El cartel está bien, hombre, tampoco es una maravilla, pero son 40 euros un día y 70 los tres, que tampoco es tanto, y traían al artista antes conocido como Prince, aunque claro, ya no es lo que era. Ésta es la 16º edición, ya pasaron por allí grupos como Franz Ferdinand.

Mira aquí el cartel del festival.

No es tan famoso como el OptimusAlive!10, pero lleva más tiempo ahí. Lo malo es que no está exactamente en Lisboa, si no que se localiza en un lugar llamado Meco, que está más al sur. Un día que fuimos a la playa, yo pensaba que íbamos a ir a la costa da Caparica, pero mi padre nos llevó más abajo, y pasamos por delante del sitio donde se hacía. Resulta que, a lo largo de toda la costa, hay una gran duna, pero enoooooorme, que acaba en una playa y que es una reserva natural por las especies botánicas que existen allí. Hay muchos, pero que muchos pinos, y otras cosas, y está todo muy vigilado y cuidado. Pues bien, resulta que esa reserva, hacia el este, acaba en una laguna, o una albufera, con muchos árboles, plantas, y animalitos. Y a los listos del festival se les ha ocurrido hacerlo a unos 500 metros de la laguna, y el cámping, a unos 300. Por lo menos el recinto no es excesivamente grande, y no dejan pasar a nadie más allá de la albufera. Y aquel día, en la playa, había unos chicos, y uno de ellos, Vasco, el del bañador verde, también iba a ir al festival el sábado, así que genial.
Algo bueno del festival es que el cámping es gratis, y grande, también hay mucho aparcamiento, autobuses que te llevan a la playa, a Lisboa, autobuses que llegan desde Madrid, desde Sevilla... Sale en las noticias y, aunque sólo se haya hablado de Pet Shop Boys y de Prince, por lo menos te enteras de a qué hora empieza y eso, y en el periódico (incluso en los gratuitos) hacen entrevistas a los grupos que tocan. La calle está llena de carteles, incluso anuncian el festival en televisión, y salen bandas diciendo: 'Hi, we're Vampire Weekend and we'll be playing at the Super Bock Super Rock festival next saturday, do you wanna come up?'


El primer día, el día 16, viernes, estuvo bien, los que más destacaron (aparte de los Pet Shop Boys) fueron Grizzly Bear, con Two Weeks, y Keane, que tocaron sus famosas Somewhere Only We Know, Crystal Ball, Everybody's Changing, brillaron con Sunshine y nos amenizaron con algún tema más eléctrico. aunque realmente la nobhe estuvo marcada por las acuaciones de Jamie Lidell (Multiply) y Mayer Hawthorne (Just Ain't Gonna Work Out o Maybe So, Maybe No), que le dieron un carácter más soul al asunto. Otras buenas actuaciones fueron las de The Temper Trap, que se lucieron con Sweet Disposition, la de Cut Copy, Beach House, St Vicent... Yo leí en el periódico que retransmirían el concierto en directo en una tal RFM, pero qué va, estuve toda la noche escuchándola y nada de nada, de vez en cuando decían: 'Bueno, y ahora se han subido Keane al escenario principal' y nada más.


El segundo día, el día 17, sábado, fue el día al que yo fui. Es una historia muuuuuuy larga. Aquella noche no pude dormir nada. Por la mañana habíamos ido a dar una vuelta por el barrio de Alfama, y hacía un calor de mil demonios. A la una yo ya estaba toda tensa porque en la entrada decía que el festival empezaba a las cuatro, y yo ya veía que no llegábamos. A las dos y media fuimos a comer. Arroz y un huevo frito; no había tiempo para más. A mí no me entraba nada en el estómago. Corrí, corrí, pero hasta las cuatro y cuarto no marchamos de allí. Y entre los nervios, el calor (35.5 º al sol, 30.5º a la sombra), el arroz, y el zumo natural de maracujá que me había tomado aquel día por la mañana, mis tripas estaban a punto de decir: ¡Basta ya! Recuerdo que cuando pasamos por el puente 25 de Abril, ese que es como el de San Francisco, estaba tan, tan mareada que no veía nada de lo que ocurría a mi alrededor. Ahí tengo un vacío mental; lo único que recuerdo a partir de entonces es que íbamos en coche por la reserva, y había un cartel que decía: Parking del Super Bock Super Rock a 6 km. Y yo venga que espera. Y después de lo que a mí me pareció media hora, había otro cartel que decía: Parking del Super Bock Super Rock a 5 km. Y yo: ¡Jodeeeeeeeeer! Quería vomitar, quería irme de allí, quería llegar de una puta vez. Después de cuatro eternidades más, llegamos al lugar. Aparcamos en algún lugar entre el polvo y entramos. En cuanto pasé el arco de la entrada, mis tripas se cayeron al suelo. Dimos una vuelta por el recinto, porque era prontísimo, eran las cinco y hasta las seis y media no había ningún concierto. Y entonces, cuando pasaba por el stand de la rana esa, me encontré con Vasco. Nos sentamos ahí en el prao/arena a esperar, donde el palco de edp, mientras ponían música como Still take you home, de los Arctic Monkeys, o Bigger Boys and Stolen Sweethearts, de la banda paralela de Alex Turner (atento a su myspace), The Last Shadow Puppets (la repitieron como tres veces seguidas), y a las seis y media en punto empezó la actuación de Malcontent, una banda así como rock gótico, estridente, ruidoso, que la verdad, a la hora que era, no pegaba ni con superglue, pero bueno, vale, estaban bien. Decidimos no esperar a Sweet Billy Pilgrim e ir ya a coger sitio al palco principal, pero bueno, no había casi nadie, así que no teníamos prisa. Esperamos, y esperamos, bueno, sólo media hora, y había bandas probando las guitarras, y tal. A las siete y cuarenta en punto empezó la actuación de Tiago Bettencourt. Yo sólo lo conocía de leer algo en la Blitz, pero nada más. Y resulta que es un tipo genial. La pena fue que yo no entendía la letra, pero Vasco me decía más o menos de que iba. Es muy al estilo de Dylan, le da más importancia a la letra que a la música, a lo que quiere decir. Además es un tipo super indie; iba con sus Ray-ban y su barba de tres días. Toca la guitarra y el piano de maravilla, además compone canciones muy buenas. En un momento de la actuación hizo un homenaje a Lou Reed y los Velvet Underground tocando unos acordes de la famosa Walk On The Wildside, aunque yo pensé que sería Julian Casablancas quien la tocase, porque tiene una versión bastante conocida.


El concierto de Bettencourt acabó a las ocho y media. Aquello empezaba a llenarse porque a las nueve empezaba Julian Casablancas. Fuimos a dar una mini-vuelta y a mear, vigilando que no nos quitasen el sitio. A las nueve menos cinco Vasco y yo nos abrimos paso entre la multitud para volver a nuestra adorada cuarta fila. Julian Casablancas no empezaba y yo me estaba estresando. Unas niñas de delante, de más o menos mi edad, portuguesas, andaban cantando: '¡Villa, Villa, Villa maravilla!, ¡Yo soy español, español, español!, ¡El venao!, o ¡Yo no soy marinero, soy capitán, soy capitán!' y me estaban dando ganas de acuchillarles el pecho para que se callasen. Por fin, a las nueve y cuarto, apareció, enfundado en una chupa granate, creo recordar, junto con toda su banda y su parafernalia. Había gente con pancartas que decían: 'Julian, next time bring your Strokes friends!' Pero es que el tipo es una auténtica estrella de rock. Escupió en el escenario, se tiró un vaso de cerveza por encima, se paseó por todo el escenario, bajó hasta un pasillo que había ya preparado para él (pero el cable del micrófono no era muy largo y no pudo ir hasta donde estábamos nosotros), gritó en un portugués ficticio e hizo acrobacias como el que más. Tocaron sus mejores canciones: Out of the Blue, 11th Dimension, River of Brakelights, I Wish it was Christmas Today, Left Right in the Dark... e incluso la de Hard To Explain, de los Strokes.



En el descanso entre concierto y concierto, vi que la gente de mi alrededor empezaba a sacar bocatas de salchichas de las mochilas y latas con salchichas crudas, y yo flipando porque las odio. Entonces llegó mi padre de no sé dónde y me dijo que si quería comer algo, y yo le dije que no, que sólo beber. Y esperamos un rato y luego aparecieron Hot Chip, y nada, muy bien, muy majos, los guardias de seguridad (que llevaban tapones en los oídos) y el tipo que llevaba un depósito de cerveza en la espalda para que, por dos euros de nada, alimentases tu sed sin tener que abandonar tu confortable y privilegiado sitio, nos trajeron lo que se suponía que era el setlist de la banda, y todos nos la pasamos, pero aquello eran títulos de películas de los '60, los muy hijos de perra nos timaron. A esas alturas de la noche, alguna gente se había ido en el descanso y no volvieron, pero aún así, el lugar estaba casi hasta los topes. Y Hot Chip nos hicieron saltar. Tanto que el chico que estaba delante mío, que llevaba la mochila abierta (sería para que las salchichas también escuchasen algo), de tanto brincar, le empezaron a salir unas cosas blancas, como trocitos de papel (seguro que esa era la mochila del colegio) y parecía nieve, y el de al lado y yo acabamos salpicados de confeti asqueroso con olor a salchicha y al final le tuvimos que cerrar la mochila nosotros porque el tipo no se enteraba. Y bueno, el caso es que lo hicieron muy bien. El cantante principal se parecía mogollón a Woody Allen, ahí con sus entradas y su traje blanco (por lo que parece, a todos los conciertos va con traje blanco), y el tipo de la izquierda que tocaba el teclado también bailaba muy gracioso, se movía peor que mi padre, incluso, muy a lo Nick McCarthy cuando toca el teclado también, e incluso se parecía. Eligieron las mejores canciones de sus cuatro discos, que por lo que más o menos recuerdo, algunas fueron: Take it in, One Life Stand, Ready For The Floor, Over and Over, y la aclamadísima y más esperada aún I Feel Better.



Y por fin llega el descanso. La gente siguió zampando sus bocatas de salchichas y sus salchichas crudas en lata, cada vez estábamos más apelotonados ahí en las primeras filas, y yo conseguí escabullirme un par de sitios más adelante, y nada, esperamos un ratín y entonces aparecieron Ezra Koenig, Chris Baio, el otro Chris y Rostam no se qué y empezaron ahí a tocar. Al principio pensé que se limitarían a tocar las canciones del último disco y ya está, que no dirían nada, que no les harían arreglos para que fuesen diferentes, pero ¡qué va! En muchas canciones decían: 'Ok, huh... This next song is called Horchata, and we can sing together, because it goes like this: Woooooooooah!' y nosotros lo repetíamos, y luego en el estribillo lo cantábamos. O también decían: 'This next song is our shortest song, it's only two minutes, so I think we can move for the entire time, ok? Are you ready? Are you still feeling good? Ok, take a deep breath' y aunque yo estaba a punto de desmayarme, dije que sí. Lo hicieron genial. El tipo que toca el bajo, Chris Baio (bajo, Baio) bailaba muy raro, movía el hombro hacia atrás como en un intento de rascarse la paletilla. ¿Qué canciones tocaron? Todas. Todas las buenas, todas las regulares, todas las no tan buenas (no hay canciones malas, son Vampire Weekend). Más o menos, fueron: de Contra: Horchata, Holiday, California English (Ezra tenía un micrófono que le distorsionaba la voz y era muy gracioso), Run, Giving Up The Gun, Cousins, Diplomat's Son, y no estoy segura, pero alguna de White Sky, Taxi Cab, o I Think Ur a Contra también. Del primer disco, Vampire Weekend, tocaron: Mansard Road, Oxford Comma, A-Punk (con esta hubo mucho revuelo), Cape Cod Kwassa Kwassa, M79, Campus, Bryn, One (Blake's Got a New Face), I Stand Corrected, Walcott, y no sé muy bien, pero creo que The Kids Don't Stand a Chance también. En resumen, todas.



Y en aquel momento objetos insospechados comenzaron a volar sobre nuestras cabezas. Las botellas de agua eran lo más común (una de ellas tenía un líquido insospechadamente sospechoso), pero también había pañuelos azules que daban en algún stand y como unas cosas raras, que tanto servían para sentarse como para vomitar en ellas, de color verde, que supongo que habrían dado en la cosa de la rana. En aquel momento, si mirabas hacia atrás, lo único que veías era gente, y gente. Si mirabas a la derecha, gente, y gente. Si mirabas a la izquierda, gente, y gente, y un tipo sacándose un moco. Mi papá, desde lo lejos, muy, muy lejos, grabó algunos vídeos, pero sólo de las últimas canciones. Aquí hay un par de ellos, algún día puede que suba los otros tres.




Y bueno, eso fue lo que pasó el día 17. Al día siguiente me desperté tarde para ver el telediario, pero al menos había un reportaje y una entrevista a Vampire Weekend en el Público, pero claro, allí no es gratis, costaba un euro y medio así que pasé. Al día siguiente tocó Prince, Empire of the Sun, Spoon, The National, John Butler Trio, Stereophonics, The Morning Benders y Wild Beasts, pero nada más digno de mencionar. Resulta que Prince invitó a la cantante de fados Ana Moura a cantar con él mientras tocaba una guitarra eléctrica como si fuese una portuguesa, y aquello sonó a rayos. Y tampoco permitió que nadie pasase con cámaras profesionales adentro del recinto, lo cual fue una estupidez, porque aunque no le sacases fotos a él, quizás querrías sacárselas a otro, y claro, la jodió, como siempre. Dieron la tabarra con él en el telediario, y ni mencionaron a las demás bandas. Hijo de... Pero lo bueno de verdad fue que, el lunes, creo, era el último día que estábamos allí, y habíamos decidido ir a Príncipe Real, el nuevo barrio de moda, el de los bohemios y románticos tardíos, el de las flores, las hojas secas, y las fuentes sombrías con pececitos. Y subía yo por el Chiado en autobús, y estaba mirando por la ventanilla cuando un descapotable verde, Peugeot, de matrícula portugesa va en dirección contraria. Y para mi asombro, ¿quién lo conducía? Pues nada más y nada menos que Chris Baio, el bajista de Vampire Weekend que mueve el hombro, el que se parece a mi profe de inglés P`ul. Mi padre dice que yo alucino, que no había dormido bien y que es que los veo hasta en pintura, pero no, era él, estoy segura, llevaba una camisa azul.

Puedes leer más en: Blitz, la mejor revista portuguesa del mundo, llevo cuatro años leyéndola en internet (desde que salió) y por 2,50 te la dan, junto con un especial sobre festivales y un disco de la nueva banda virtual portuguesa Maria Clementina. Por 4,90 más te dan una camiseta muy chula a elegir (había gente en el festival que la llevaba, hay muchos estampados, una con una cinta de cassette, otra con un tocadiscos...). Visita también NME o mi canal de youtube para cuando suba los demás vídeos, Fabalover. Cheers!

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